Muchas personas se sienten mal porque el perro se comporta diferente cuando está con otra persona, familiar o no, ya sea en casa o durante los paseos. Y se sienten mal porque valoran negativamente los comportamientos que el perro realiza en su compañía.
Suelo escuchar mucho eso de "es que a mi no me toma en serio", "conmigo ladra y estira más en los paseos" o "cuando va con fulanito no hace todas esas cosas". Y los siguientes pensamientos son: lo mimo demasiado, me falta autoridad o soy más débil.
Llegamos a esas conclusiones porque a nivel mayoritario nuestra sociedad opina que un buen perro debe ser obediente y capaz de inhibir sus deseos para hacernos la vida más cómoda. Y un perro con mayor seguridad para decidir tomar sus propias decisiones y actuar sin esperar nuestra aprobación, pues es mal perro. Estas valoraciones generalizadas nos condicionan y nos hacen sentir mal.
Pero no sé si has pensado que quizá tu perro se toma ciertas licencias y libertades cuando está contigo porque se siente más cómodo y seguro a tu lado, quizá se siente más capaz de actuar libremente y expresarse porque no tiene tanto miedo a tus reacciones, quizá se siente más cómodo contigo para probar a comportarse como perro y aprender de sus propias experiencias. Y esto es algo maravilloso!
Hemos llegado a un punto en que la mayoría de comportamientos naturales están mal vistos. Por ejemplo, salir con excitación de casa para dar el deseado paseo puede valorarse como ser un perro irrespetuoso y maleducado o simplemente como un perro contento que manifiesta su alegría. Si contigo tiene una buena relación de seguridad y confianza, lo normal y adecuado es que manifieste esa emoción. Y eso no significa que a ti te tome el pelo si con otra persona en quien confía menos, inhibe más sus emociones.
Ante una misma situación, siempre habrá valoraciones diferentes. No permitas que ninguna deteriore vuestra relación.
